CDMX, 1 septiembre.- Las acciones para mejorar la calidad del aire deben redoblarse ante el riesgo que significa la relación entre la contaminación atmosférica y la propagación del covid-19, consideró Víctor Hugo Páramo Figueroa, coordinador de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), en la Segunda Sesión Ordinaria 2020 del organismo.
En la sesión se acordaron acciones, proyectos y programas para combatir la contaminación de las fuentes de emisión más importantes, especialmente durante la próxima temporada donde prevalece la sequía y los fríos dominan.
De acuerdo con la Química Bacterióloga Parasitóloga, Elizabeth Campos, las condiciones del aire que se respira son en cierta forma determinantes para la propagación, pues cuando la calidad del aire no es buena y existe menos concentración de oxígeno, también la calidad respiratoria es mala.
En la capital de México se cumplen las dos premisas; dados los 2 mil 250 metros de altura sobre el nivel del mar, el oxígeno es más escaso; en tanto que los índices de contaminación cotidianamente altos.
También Gerente del Laboratorio de Asistencia y Servicio Referido, en Puebla; Campos García, detalló que la condiciones de hacinamiento que prevalecen en ciertos puntos dela ciudad como el Metro y otros espacios cerrados, también favorecen una fácil propagación de afectaciones respiratorias.
Debido al comportamiento de fenómenos como este, explicó en entrevista para, se alcanzará un pico máximo de infección antes de empezar a disminuir para luego controlarlo o eventualmente eliminarlo; pero así como ocurrió con la influenza, pudiera regresar, incluso acompañado de nuevos virus que también habrá que enfrentar.
De tal suerte resulta prioritario atener la contingencia, por fortuna para la especialista, precisamente en pasada epidemia de influenza, los profesionales mexicanos de la salud actuaron con rapidez y acertadamente al diseñar estrategias de contención que desde su perspectiva, tuvieron buen efecto en la población, pues fueron de fácil aprendizaje y aplicación, “esas prácticas pueden retomarse una vez más para ayudar a evitar contagios”, recomendó.
Algo importante en estas situaciones es no generar alarmas innecesarias pues se confía en que los profesionales de la salud tomen las medidas pertinentes para contener brotes de riesgo. No obstante, dijo hacen falta otros elementos para contener una posible epidemia.
Por el momento y ya que se trata de nuevo virus, no existe la capacidad operativa para atender una emergencia de grandes magnitudes. A nivel sanitario y en materia de capacitación puede ser insuficiente con lo que se cuenta; se requieren sitios de aislamiento, equipo de seguridad durante el manejo de pacientes infectados y sospechosos, barreras de protección, instalaciones sin corrientes de aire que puedan diseminar el virus y protocolos específicos, entre otras cosas.
Lo recomendables acudir a cualquier unidad médica en caso de sentir sospecha, pues de ahí es más fácil que se canalice a instancias especializadas. Un punto a favor que tiene la sociedad y la autoridad mexicana aprende rápido sobre estos casos, por lo que se mostró confiada en que pronto se desarrollen los protocolos adecuados.